lunes, 18 de noviembre de 2013

La evaluación







“En general el tema de la evaluación se analiza como un elemento más de la planificación relegando su mirada a cuestiones puramente instrumentales. Ahondar en la evaluación es considerar las emociones que despierta en el evaluador y en los evaluados; interpelar los contenidos y los modos de enseñar y aprender, los valores que se ponen en juego, los criterios de inclusión y exclusión, las creencias de los docentes acerca de las capacidades de aprendizaje de sus alumnos” (Anijovich; 2010: 18).

Celman en su obra ¿Es posible mejorar la evaluación y transformarla en herramienta de conocimiento?, refiere que la EVALUACIÓN no es ni puede ser un apéndice de la enseñanza ni del aprendizaje; es parte de la enseñanza y el aprendizaje.

Álvarez Méndez (1996) arguye que en  la medida en que un sujeto aprende, simultáneamente evalúa, discrimina, valora, critica, opina, razona, fundamenta, decide, enjuicia, opta... Esta actitud evaluadora, que se aprende, es parte del proceso educativo que, como tal, es continuamente formativo.

 Larry Cuban en cuanto a que refiere que se deberían atenderse tanto los relojes de los alumnos como el de los profesores para permitirnos reflexionar acerca de las diferencias entre los tiempos de los estudiantes, la de los profesores para planificar sus clases, hacer el seguimiento correspondiente, ajustar las propuestas y evaluarlas y sobre todo de las instituciones que exigen las entregas de notas, etc.

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